En NAPA, a la hora de trabajar, nos gusta hacerlo de forma sencilla para ponértelo fácil, que por sí sola la faena ya se va complicando. El gran beneficio que tenemos es que nuestros más de 30 años de experiencia acumulada nos permiten saber lo que funciona, pero sobre todo lo que no funciona. En cualquier caso, seguimos en un proceso de mejora constante mediante un sistema de trabajo enfocado a minimizar errores –o al menos a detectarlos cuanto antes mejor– con el objetivo de ofrecerte el mejor servicio, que de eso se trata.

Con esta obsesión por la simplicidad y partiendo de una primera web quizás demasiado simple y esquemática (hecha con prisas, aún en plena pandemia), pero al mismo tiempo muy transparente y accesible, en un ejercicio profundamente reflexivo y de revisión continua de cada elemento de los diferentes apartados, se ha procurado reducir cada aspecto a su esencia eliminando todo lo innecesario, utilizando solo nuestras iconos y las cuatro palabras justas, creando a la vez dos niveles de lectura: uno primario que de un vistazo te da una visión global, pero que a la vez contiene suficientes elementos ‘ocultos’ para descubrir en una segunda mirada más pausada y atenta.

De hecho, así intentamos atender a nuestros clientes: una vez entendemos sus necesidades, le ofrecemos solo la información adecuada y precisa en cada momento –que luego vamos ampliando bajo demanda– para evitar saturarlo con demasiadas opciones que pueden llenarlo de dudas; así que, de alguna manera, hacemos de filtro para no sobrecargarlo de información con el firme propósito de simplificar su toma de decisiones.

En resumen: en el largo proceso de creación y diseño de esta nueva web se ha intentado en todo momento transmitir los valores y la manera de trabajar que tenemos en NAPA, donde la satisfacción del cliente y la atención al más mínimo detalle nos han llevado a construir una web ágil, sencilla y navegable, sin artificios ni distracciones, porque aquí vamos a lo que vamos: a trabajar.